Hoy, 25 de noviembre, “Día internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres”, casi finalizando el año 2022, continuamos hablando de Violencia de Género, porque el tiempo pasa, pero la situación crítica de las mujeres en este mundo, no.
Veintiocho mujeres han sido asesinadas en lo que va de año por esta problemática, pero son muchas más.
El año 2022, supone un hito para España, por convertirse en el primer país en Europa en contabilizar todos los feminicidios, es decir, todos los asesinatos de mujeres que se produjeron en otros contextos, no solo en el ámbito de la pareja o expareja, tal y como se prometió hacer el año pasado.
Porque nombrar los feminicidios es hacer justicia, es el ejercicio más básico de reparación con todas las víctimas de violencias machistas, es hacer cumplir del Convenio de Estambul, pero, sobre todo, es visibilizar todas las formas de violencia machista que existen actualmente, para poder erradicarlas, porque ¡todo lo que se nombra, existe!
Por fin se da respuesta a la demanda histórica del movimiento feminista, por fin se habla, no solo de feminicidios en la pareja o expareja, aquellos previstos en la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, sino también se comienzan a reconocer aquellos feminicidios o asesinatos que hasta ahora se han pasado por alto, como los feminicidios familiares, mujeres asesinadas por hombres de su propia familia, los feminicidios sexuales, los feminicidios sociales, aquellos asesinatos de mujeres, por una agresión, de carácter no sexual por un desconocido, un compañero de trabajo, un vecino, un amigo, etc., y los feminicidios vicarios, donde una mujer o los hijos /as menores de edad de ella, son asesinados por parte de un hombre como instrumento para causarle perjuicio o daño.
Y como la violencia es un continuo en la vida de todas las mujeres, no debemos olvidar que todavía queda también mucho por hacer en algunos lugares del mundo, especialmente en países no occidentales, donde las mujeres sufren aún más discriminación y violencia, y se las priva de derechos básicos, como recibir una educación, practicar algún deporte, vestirse como deseen, amar a quien quieran… y hasta el gesto de sonreír. Por no hablar de países en conflicto bélico, en los que con frecuencia la violencia contra la mujer se utiliza como un arma de guerra más. Estas situaciones a veces se perciben muy lejanas, pero en muchas ocasiones suceden muy cerca de nuestra propia casa, en nuestros espacios de trabajo, en nuestro entorno… ante esto, desde aquí, hoy queremos poner voz a esas mujeres que temen alzarla.
Este problema social no está solucionado ni se tiene aún la suficiente conciencia sobre el, por ello, corresponde a toda la sociedad luchar y condenar la violencia machista. La vulneración sistemática de los derechos humanos no puede tener cabida en una sociedad democrática.

Last modified: 25 noviembre, 2022